El acné es una patología de la piel que se manifiesta en su forma más leve con la aparición de pequeñas lesiones conocidas como comedones o espinillas en la cara, cuello, espalda y otras zonas de la parte superior del tronco.
Por regla general se asocia con los cambios hormonales que se padecen en el paso de la infancia a la adolescencia, aunque puede aparecer a cualquier edad, ya que en definitiva es un problema dermatológico que obedece a una infección producida por la bacteria Propionibacterium acnes.
Los mejores consejos para acabar con las cicatrices del acné
El acné en su modo más agresivo puede llegar a dejar cicatrices con forma de hendiduras muy visibles, provocadas por falta de colágeno y difíciles de eliminar. Existen diferentes maneras de intentar borrarlas, unas con mayor éxito que otras, pero todas con motivos para ser comentadas.
Remedios caseros
Este tipo de remedios, usados tradicionalmente en muchos hogares, no pueden eliminar las cicatrices producidas por un fallo en la regeneración celular, pero lo que sí pueden hacer en los casos más leves es atenuarlas.
Los más indicados son aquellos que se sepa a ciencia cierta que no pueden producir mayores daños como por ejemplo la pulpa del aloe vera o la miel de flores.
Cremas
Existen en el mercado una gran variedad de cremas que se postulan como eliminadoras de marcas de acné y hay que tener mucho cuidado. Lo mejor es buscar consejo de un dermatólogo estético, y sobre todo, ante la duda, utilizar aquellas no comedogénicas y que tengan entre sus principios activos el aceite de árbol de té y cuenten con filtro de protección solar.
Colágeno
La infiltración de colágeno es una manera de disimular las hendiduras que caracterizan a las cicatrices del acné, pero no es ni mucho menos definitivo, ya que esta sustancia se reabsorbe. Por tanto, es necesario repetir el tratamiento para mantener el aspecto de relleno que da.
Luz pulsada y radiofrecuencia
Estos tratamientos no eliminan las marcas de acné, lo que se consigue con ellos es hacerlas menos visibles y pueden servir como coadyuvantes de otros, puesto que no presentan efectos secundarios.
Dermoabrasión
Es una de las maneras más efectivas de tratar este tipo de cicatrices, puesto que al ir eliminando capas de la piel consigue igualar las hendiduras y dar regularidad a la superficie de la zona donde se aplique. Dado que es una técnica bastante agresiva suele reservarse para cuando ya no quedan alternativas.
Exfoliación química
En estos tratamientos se utilizan ácidos para eliminar las capas superiores de la piel e igualar la superficie. Es bastante efectiva, pero solo se puede realizar bajo recomendación médica y una vez si es profunda, ya que los daños colaterales pueden ser graves.
Corticosteroides
El uso de esteroides puede ser de ayuda cuando hay cicatrices de gran tamaño o si se han formado queloides, pero su uso debe ser valorado por un especialista, puesto que sus posibles efectos secundarios, como la hiperpigmentación, pueden empeorar la situación.
Cirugía
Aquí entraríamos de lleno en el campo de la cirugía estética, ya que este tratamiento requiere de resecciones e implantación de injertos, con lo cual sería necesario evaluar los pros y las contras en función de las necesidades del paciente.
Toxina botulínica y ácido hialurónico
Al igual que las infiltraciones de colágeno, estos tratamientos de relleno, no son definitivos. Pueden ser indicados para mejorar el aspecto en tanto se evalúa proceder con una solución más agresiva como es la dermoabrasión.
La mejor cura que existe es sin duda alguna la prevención, ya que una vez quedan cicatrices es difícil deshacerse de ellas con un único tratamiento. En Clínica Londres contamos con un amplio catálogo de soluciones de medicina estética que seguro te serán de ayuda. Pide una primera cita gratuita e infórmate sin compromiso.