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Descubriendo la carboxiterapia

¿Cómo funciona la carboxiterapia?

La carboxiterapia se basa en la introducción controlada de dióxido de carbono en la piel a través de pequeñas inyecciones. El gas CO2 se infiltra directamente en la zona objetivo, donde se cree que mejora la circulación sanguínea y estimula la producción de colágeno y elastina. Esto, a su vez, puede mejorar la apariencia de la piel, reducir la celulitis, reafirmar tejidos y ayudar a descomponer las acumulaciones de grasa.

La teoría detrás de este procedimiento es que el CO2 aplicado bajo la piel provoca una vasodilatación local, lo que aumenta el flujo sanguíneo y, en consecuencia, la oxigenación de los tejidos. Además, se cree que el aumento de dióxido de carbono en el área estimula la liberación de sustancias que favorecen la eliminación de grasa.

¿Cuándo se ven los resultados de la carboxiterapia?

Los resultados de la carboxiterapia pueden variar según la persona, el área tratada y la condición específica que se aborde. En general, se puede observar una mejoría en la textura de la piel y la reducción de la celulitis después de algunas sesiones. Sin embargo, se recomienda un tratamiento continuo y regular para lograr resultados más notorios y duraderos.

Generalmente, se puede ver una apariencia más tersa de la piel después de un puñado de sesiones, pero para obtener resultados óptimos, podría ser necesario completar un curso completo de tratamiento que suele consistir en múltiples sesiones, con intervalos semanales o quincenales.

¿Dónde se aplica la carboxiterapia?

La carboxiterapia se puede aplicar en diversas áreas del cuerpo, incluyendo muslos, glúteos, abdomen, brazos y rostro. Se adapta a múltiples preocupaciones estéticas, desde la celulitis hasta la flacidez de la piel. Las inyecciones se administran en áreas específicas donde se desea mejorar la apariencia de la piel o reducir la grasa localizada.

Es importante destacar que la carboxiterapia debe ser realizada por profesionales capacitados y certificados en entornos clínicos autorizados. La seguridad y la higiene son fundamentales para evitar complicaciones o efectos secundarios no deseados.

La carboxiterapia ha ganado popularidad como una opción no quirúrgica para mejorar la apariencia de la piel, reducir la celulitis y tratar la grasa localizada. Aunque se promociona como un tratamiento seguro y efectivo, los resultados pueden variar de persona a persona. Es crucial buscar la orientación de un profesional médico antes de optar por este procedimiento para comprender completamente sus beneficios, riesgos y expectativas realistas.

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