
Aumento de pecho
Permite mejorar el aspecto de pechos pequeños mediante el implante de prótesis de alta gama.
La gastrectomía tubular o manga gástrica es una técnica de cirugía bariátrica realizada por vía laparoscópica y dirigida a la reducción del estómago mediante su eliminación, un 70 % aproximadamente, y dejándolo con forma de tubo, de ahí su nombre. Al disminuir la capacidad del estómago, el paciente come menos y tiene sensación de saciedad antes, consiguiendo modificar los hábitos alimentarios y perdiendo peso.
Este procedimiento está recomendado a todos aquellos hombres o mujeres adultos con un IMC (Índice de Masa Corporal) superior a un 40, o bien que esté entre 30 y 40, pero que tengan asociadas otras enfermedades como diabetes, cardiopatías, presión arterial alta, apneas del sueño, etc. y que la pérdida de peso favorezca el pronóstico de las mismas.
Es importante que el paciente que quiera someterse a una cirugía restrictiva de este tipo se involucre de forma completa en la pérdida de peso. La cirugía tubular ayuda a que sea más fácil adoptar nuevos hábitos de vida por una alimentación más saludable, reducción de cantidades de alimento y un aumento de la actividad.
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Antes de someterse a este procedimiento es importante que el médico realice una serie de pruebas y exámenes para asegurarse del estado general de salud del paciente y determinar si es un candidato idóneo. La gastrectomía tubular se realiza aplicando anestesia general por lo que el paciente deberá realizar un preoperatorio y seguir las indicaciones del médico antes de someterse a la operación.
La manga gástrica es un procedimiento poco invasivo que se realiza por vía laparoscópica. Solo es necesario realizar cinco incisiones en la zona del abdomen para introducir el instrumental necesario. Se recortará el estómago sobrante dejándolo con forma de manga o tubo y se sellará con una grapadora quirúrgica. Las grapas que se utilizan son de material biocompatible para evitar cualquier tipo de rechazo. Este tipo de procedimiento es irreversible.
El nuevo estómago que tendrá una capacidad de alrededor del 30 % de lo que tenía antes permitirá que los alimentos puedan pasar por el estómago, aportando los nutrientes necesarios para el organismo y disminuyendo la producción de ghrelina. Esta hormona, que es la encargada de mandar la orden de saciedad al cerebro, permitirá tener esta sensación antes de tiempo y así disminuirá la cantidad que se ingiere.
Tras la operación, el paciente tendrá que permanecer ingresado al menos 24 horas. Posteriormente, deberá acudir con regularidad a revisiones, tanto para comprobar la buena evolución de la operación como para comenzar con su nuevo estilo de vida. Un equipo multidisciplinar -endocrino, psicólogo, nutricionista, etc.- se encargará de acompañarlo.
La adaptación a la nueva dieta será de forma progresiva. Durante las primeras semanas, el paciente comenzará tomando líquidos o dieta blanda y con el paso de los días podrá ir introduciendo comida más sólida hasta que el estómago se recupere.
La gastrectomía tubular es una técnica que se utiliza de forma frecuente por su seguridad y sencillez. Este tipo de intervención ofrece claras ventajas como:
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